Pregunta respuesta:
Querido Dios, esta carta no es para pedirte,
ni para agradecerte solo es para que sepas como me siento.
Siento frustración, enemistad, desprecio, decepción, porque las cosas que
quiero hacer nunca las hago o quedan por la mitad, no cumplo las promesas ni he
alcanzado grandes metas.
Siento que no sé resolver problemas como los demás,
arrastro un saco con basura pesada y cuando llueven los problemas pesa mucho. Mi vida
amorosa fue un espejismo no guardo rencor por quien me regalo ese falso reflejo, pero si me reprocho por saber y creer.
Siempre intento luchar por lo que quiero
expresar mis ideas sin miedo o cumplir mis sueños pero para eso creo que tengo
que soñar no dormir sino soñar despierta hablar de lo que me gusta. Necesito
hablar con alguien si tan solo estuvieras aquí a mi lado así no digas nada pero
saber que estas junto a mi tendría la fuerza de ordenar mis ideas.
Necesito que te sientes y me escuches que me
mires a los ojos y no veas en mí las lágrimas sino lo que te quiero decir,
estoy desesperada porque las cosas no salen como quiero.
Sentí esta respuesta:
El deber hay que hacerlo individual para eso
ya aprendiste todo, solo tienes que recordar o si no revisa nuevamente los
libros.
El reto es demostrar que puedes escribir tu
primer libro, debes tranquilizarte, respira, límpiate las lágrimas levanta la
cabeza y sigue adelante no te rindas dedícate, si nunca te dedicaste, lee una y
otra vez y así aprenderás a leer, escribir y redactar.
Puede que dejes atrás esos pensamientos pero
si continúas así lo único que harás es hacer que tu saco pese más, sacúdelo todos
los días al levantarte. Cuando duermas descarga tus problemas que entre sueños se
desvanecerán.
Deja atrás los resentimientos y perdona así no
te lo pidan hazlo por ti para que ese saco no siga pesando serán menos cosas,
lee aprende inyéctate energía y despiértate temprano sonríen
y no olvides piensa, lee, piensa y escribe.