domingo, 21 de julio de 2013


Moisés y Paúl


Jugando con la inocencia y arena entre sus manos, ajenos a las injusticias de la vida, pero siendo parte de ellas,  se divierten por unas horas. Sin saber que a su corta edad son parte del mundo, donde los niños sacrifican su niñez para llevar en sus hombros una pesada responsabilidad, que ni yo a mi edad puedo asumir con madurez y ellos lo hacen, vender maní y melcochas para ayudar en la economía de su familia.

Mientras la bandeja roja con cinco fundas de maní de dulce y tres fundas de melcocha, descansa sobre el llano de las orillas del río Santa Bárbara.  Moisés de 2 años, que al parecer hace unos meses dejo de usar pañal, sigue a su hermano Paúl, de 7 años  quien está a cargo de la venta de los productos, mientras el pequeño sigue muy de cerca sus pasos, como copiándole sus gestos y pidiendo en momentos un corto juego.

Su niñez es pura, que a medida que pasa el tiempo se mezcla con la contaminación humana que rodea este mundo. Violaciones, asesinatos, robos, fraudes y mucha injusticia los asecha.

Con la ropa sucia y que a simple vista se nota que les queda pequeña, se acomodan para  jugar  lanzando una moneda de cinco centavos. Se divierten,  ríen, se ensucian;  propios de los niños de su edad.

Cuando un juego le sale mal, Moisés, dice: “chucha” e inmediatamente su hermano lo justifica diciendo que, esas son palabras que escucha en sus amigos. Me pregunto ¿Qué amigos a esa edad?

Nuevamente agachan la cabeza y juegan a esconder su tesoro en la arena, no dejan de reír pero en sus rostros se refleja claramente que todo les falta menos “Ser niños”. La gente pasa mirándolos, algunas personas como queriendo ayudarlos, otros con desprecio; eso, no creo que les importa porque lo único que quieren es vivir ese momento.

Comentaba con una amiga, ¿Quién tiene la culpa de esta situación? Yo le decía que los padres, porque no se cuidan y no planifican una vida familiar, ya que según Paúl el tiene dos hermanas más, que venden chochos igual que su mamá.

Regresando a la planificación familiar, al saber los padres que no podrán mantener tantos hijos ¿por qué los tienen?, reflexionamos y decimos que puede que sus padres ni siquiera han escuchado hablar de planificación familiar.

Tal vez no es ese el problema o ¿Cómo se puede frenar esta situación? Para evitar que niños tengan que aportar económicamente a su familia con su trabajo y perderse de una de las etapas más importantes de su vida. 
DATOS IMPORTANTES

No hay comentarios:

Publicar un comentario